El tenista español, campeón en Montreal tras ganar en dos sets al canadiense Raonic, se confiesa feliz tras superar su lesión
Rafa Nadal volvió a sonreir. Su foto mordiendo un trofeo, el enésimo en su carrera, sustituye a la de Roland Garros, el último torneo que había ganado en 2013. La derrota en Wimbledon es ya pasado y con esta victoria recupera las buenas sensaciones antes del US Open. «Dudas hay siempre, cuando vas a cualquier torneo uno siempre tiene dudas. Las dudas son buenas, si no es sinonimo de arrogancia, y en este caso he sido muy prudente», reconocía el español aún sobre la pista.
A Nadal no le ha pasado factura la inactividad. No jugaba al tenis en torneo oficial desde que cayó eliminado en Wimbledon, pero ha vuelto a lo grande. «Siete semanas sin competir y venir a las primeras aMontreal, que están todos los mejores del mundo en una pista rápida, pues te puedes ir fuera en la primera ronda. Por suerte me preparé bien la semana anterior, pude llegar competitivo a la primera ronda y he podido jugar un torneo fantástico», señaló el español en declaraciones a Televisión española.
Además, Nadal tuvo tiempo para echar la vista atrás, y contemplar los meses que lleva jugando tras tu regreso de la lesión. «El año que estoy viviendo es muy especial y estoy muy agradecido a la gente que me sigue y que me apoya», puntualizó.
Sobre sus duelos con Djokovic y la posible final adelantada, Nadal quiso mandar un guiño a Raonic. «La final ha sido hoy, ayer fueron unas semifinales muy complicadas y jugamos a un nivel muy alto. Evidentemente el partido fue muy complicado, peleamos los dos hasta el final. Personalmente uno lo disfruta mucho más cuando lo gana, pero estaba disfrutando un partido que fue emocionante y de un nivel muy alto y que además terminó de la mejor manera posible.
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